No pasa un
día sin que me lo pregunte… bueno, es claro que eso es una exageración pero
cada vez que aparece en mi camino una niña pequeña o alguna de mis primas (que
realmente son las hijas de mis primas hermanas) me lo pregunto: ¿Si algún día
llego a tener una hija, posibilidad que en algún momento me aterraba y ahora
solamente me asusta, cómo he de decirle?
Fuente: http://love-villa.blogspot.com |
No me
refiero a qué nombre he de ponerle, asunto en el que si soy honesto conmigo
mismo ni siquiera sé si iré a tener injerencia alguna. Me refiero a la forma en
que usaré para referirme a ella cuando esté hablando con ella misma. Forma, que
sin lugar a dudas influenciará la
percepción que ella tendrá de sí misma y definirá lo que ella creara que es mi
percepción de ella.
Cada vez
que me encuentro a una enana simpática en
la vida, mi reacción es la misma “¡Hola princesa! ¿Cómo estás?” Seamos sinceros ¿qué merito tiene en esta vida
ser una princesa? Y seamos críticos ¿cuánto dolor no han causado mujeres en el
mundo por creerse princesas y cuánto no han sufrido las que se han dado cuenta
que no las tratan como tales? Y eso sin entrar en apelativos con implicaciones más fuertes como muñeca, belleza o casi cualquier cosa que se le pueda ocurrir a uno.
Podría
decirle como le diré a mi hijo, que será probablemente como me dice mi papá (en
femenino claramente). ¿Pero sería eso justo? Si el mundo sigue en ese momento a
como está ahora, es evidente que los retos que ella enfrentará son distintos a
los que enfrentará él y requerirán herramientas distintas para ser enfrentados
con éxito.
La verdad
es que no tengo una respuesta para esta y mil preguntas más que tengo respecto
al futuro y no puedo prometer encontrarlas… Lo único que puedo prometerte mi
amor es que si algún día llegas te voy a querer tanto como pueda.
Por mientras
me alegra saber que no soy el único que se cuestiona estas cosas
Nota: Quizá
este cuestionamiento es irrelevante ya que una de las mujeres (y personas) más increíbles
que conozco siempre fue la princesa de la casa y de la familia.