Sunday, March 10, 2013

For Petra and Páll make your love grow and keep the fire of Iceland burning bright.


Una vez visite una fábrica de nubes. Aunque el lugar donde estaba ubicada era frío, realmente era helado, las nubes salían calentitas. Como recién horneadas. En ese momento pensé que dicha fabrica era única, pero luego descubrí que al rededor del mundo existían varias y de diversos tipos. Sin embargo esta había sido la primera inaugurada.

Bueno, eso es medianamente cierto, puesto que en el sitio existían dos plantas. Ambas operaban sobre los mismos recursos, pero la primera, la más grande, había sido explotada de manera inapropiada hasta que dejó de funcionar.

Se había intentado modificar la fórmula de fabricación de las nubes para acelerar el proceso. Se trató de remplazar el agua herviente por bombas de jabón y también reducir el tamaño de los ductos para incrementar la presión . En fin, se implementaron toda clase de artilugios que terminaron por dañar el sistema original. 

Sin embargo, la segunda planta continúa trabajando a la perfección. Aunque su sistema es más pequeño su velocidad de producción es mayor y por eso en esas tierras lejanas siempre tienen nubes suficientes para contrastar con su cielo azul y es siempre hermoso recorrer el camino que pasa al lado de la planta y ver como poco a poco son liberadas, blancas y esponjosas, las nubes frescas que se elevan y se alejan lentamente en su marcha hacia el sol.