Monday, February 14, 2011

Creersela

Constantemente me pregunto muchas cosas, quizá demasiadas, pero una pregunta que me acosa constantemente es qué pasa en este país, qué es lo que nos falta para salir adelante como país. Entendiendo por salir adelante el cerrar las brechas sociales que tanto nos aquejan (en gran parte responsables de la inseguridad), el alcanzar niveles de infraestructura decentes que permitan una mayor calidad de vida, el salir del basurero en que se han convertido todos los lotes baldíos de la ciudad y cualquier otra cosa que se pueda considerar socialmente deseable.
Foto: Melenz

Cada vez que me planteo esas preguntas hago mil y un conjeturas, plateo mil hipótesis distintas, descubro y redescubro el agua tibia, pero siempre hay una idea que aparece en algún momento y de la cuál estoy convencido.

Estoy convencido de que una parte importante de lo que nos falta para salir adelante es creérnosla. Creer que se pueden hacer las cosas. Descubrir que la verdadera y cruel pobreza, la que genera miseria, es la pobreza mental. Esa que no le permite a uno creer en sí mismo y en su capacidad.

Foto: Melenz
¿Qué llevó a los ticos de finales del siglo XIX e inicios del Siglo XX a iluminar sus cafetales con luz eléctrica; a construir el Teatro Nacional y el ferrocarril al caribe? ¿Qué impulsó luego a crear al ICE, la CNFL y la CCSS? Pues que había locos y locas que creyeron que era posible hacerlo, que los demás los escuchamos y que lo hicimos. Es decir, que nos la creímos.

Hay que ser irracional para ver el pueblo de Arenal e imaginarse un lago y una represa o para imaginarse un cafetal todo iluminado. Como dice George Bernard Shaw: “The reasonable man adapts himself to the world; the unreasonable one persists in trying to adapt the world to himself. Therefore, all progress depends on the unreasonable man.” Y lo que tienen las personas irracionales es que se creen su propia historia y no la que les dicen todos los demás.

Así que el día de hoy yo creo que nos hace falta creérnosla más y animarnos soñar en grande y a luchar por esos sueños y proyectos grandes. No hay que dejarse desanimar por todos los pesimistas que hay en la calle, que creen que los problemas del país no tienen solución, que encuentran mil peros para cualquier propuesta pero no proponen nada, que creen que todo el mundo es corrupto y un montón más de blah blah blah.

Foto: Melenz
En lo que va del año, yo me he dedicado a descubrir San José y el mundo ha confabulado a mi favor con proyectos como el de ChepeCletas, el Art City Tour y el "Enamorate de tu ciudad" del MCJ que me han permitido acercarme de una manera más intensa con un fuerte sentimiento de seguridad. Y hoy mientras veía unas fotos que compartió conmigo uno de mis amigos de ChepeCletas vi un montón de cosas de San José (del San José de hoy) que son increíblemente bellas o dicho en mi lengua natural, un chuzo.

Viendo esas imágenes pensé simplemente una cosa: “Me niego a dejar de creer en San José, me niego a dejar de creer en Costa Rica, me niego a dejar de creérmela”. Así que este año, y si Dios quiere el que sigue y en los que vengan después, voy a ponerle a soñar y a trabajar por ese sueño de país en el que quiero vivir.

Foto: Melenz





 Todas las fotos de este post pertencen a Melenz y fueron utilizadas sin su permiso pero con el debido reconocimiento a su creatividad. Para ver más fotos de Costa Rica haga clic sobre el nombre del artista.

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