Thursday, May 20, 2010

Nostalgia culinaria

Luego de un intensa presión por parte de mi amiga de la India y también en parte por mi propia afición, invité a varios amigos a una "cena costarricense".

Las comillas van por dos motivos, primero por la escazes de ingredientes, la cual se traduce en una experiencia limitada y segundo por la selección de delicias que preparé que no se caracterizan por ser demasiado tradicionales, pero bueno el único que medio podía echarme al agua era Ahmid (el chapin) pero el mae es tuanis así que se que no me echó al agua.

A continuación el menú:
Ceviche de Pescado (tilapia)
Ceviche de Platano (por los que no comen pescado)
Patacones
Frijoles molidos (arregladitos con natilla y tomate como los hace mi mama :D)
Arroz con palmito.

"Qué es lo que quiere esa nena? Plátano verde, plátano maduro?"

Solo plátano verde en el menú porque aquí no maduran :(

La cena fue ayer (19 de Mayo) a las 8:30-9:00, pero la cocinada empezó el martes con una intensa picada de chile, cebolla y pescado y una dura exprimida de limones. Dura porque aquí los desgraciados limones no tienen nada de jugo y porque vieran como duele pasar de agarrar los limones del patio a pagar 2 euros por cuatro miserables, duros y secos limones, pero bueno que se le va a hacer.
Con todo picado aliste el ceviche y lo dejé cocinando toda la noche, aunque la receta (obviamente bajada de internet) decía que dos horas eran suficientes no me la quise jugar.

Los limones no fueron la mayor sorpresa, ese honor se lo llevaron los platanos. En la vida me hubiera imaginado que un condenado platano fuera tan duro de pelar y no como demonios no hay un dicho relacionado con eso. Algo así como "más duro de pelar que un platano verde!".... mmm bueno al rato y eso explica porque no existe el dicho.

Bueno, con los platanos pelados (...uy que feo sonó eso :S ) me puse a preparar los patacones. La primera tanda se me fue al carajo. Faltó aceite en el sarten, pero la segunda fue un éxito. La verdad es que unos patacones con frijolitos molidos son una delicia que todo mundo debería disfrutar al menos una vez en la vida.

Ahora que me siento a terminar de escribir estas líneas (casi un mes después del evento: 14 de junio) me agarró una nostalgia enorme de tiquicia. La verdad es que nuestro país tendrá muchos retos en frente (sobre los retos hablaré otro día), pero es un país maravilloso. Gracias a Dios por haber nacido en Costa Rica (de esto también hablaré después).

El arroz con palmito es un éxito: delicioso y facilísimo de hacer :) Efectivamente a la gente le encantó y me quedó bastante bien.
Los ilustres comensales eran Viktoria (Hungria) quien es en gran parte la culpable de que yo este aquí; Zuzana (Rep. Checa); mis flatmates (excepto Laurita que andaba de viaje) incluyendo a una de nuestras nuevas adquisiciones, Dalia de Rumania; Sabine y Michael (Alemania); Ahmid (Guatemala) y Shant Roop (India), quien como ya dije antes fue, con su necedad, la que embarco con la cocinada.


Por cierto, el sábado lavé esa chema y la eché a perder :'(

Viktoria, llegó super temprano y muerta de hambre así que se tuvo que esperar un toque a que la comida estuviera lista, pero me echó una mano con la cocinada. Igual que Shant, pero con la gran diferencia de que Viktoria llegó con una botella de Pálinka, hecho por su abuelo, bajo el brazo. En otras palabras, la chic llegó con un botellón de guaro de contrabando! Ese veneno Hungaro emborracha de solo olerlo pero es bastante rico el condenado.

Al final de casi más de cuatro horas de cocinar nos pegamos una buena comilona y una deliciosa tapita de postre. Que para que sepan los críticos de Gallito (pele el ojo dona María), gustó bastante.

Indio comido puesto al camino, todo mundo hizo la de Mickey Mouse y yo agradecí más que nunca el tener una lavadora de platos porque que tigra lavar todo eso :)

Tuanis!

1 comment:

  1. las tapitas siguen sin gustarme. Pero me alegra que usté repartiera amor en forma de chocolates gallito.

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